Cuento
sobre el 8M inventado por mí:
En un país llamado
Italia, en el 1979, nació una niña que de nombre le pusieron
Antonella. Antonella cumplió cinco años y siempre iba los domingos
a misa para vestirse de monaguilla. Desde entonces Antonella se
interesó en el cristianismo. Cuando Antonella cumplió 17 años,
decidió estudiar en un convento de monjas.
Antonella se hizo monja,
tenía un sueño, ser la primera mujer Papa de la historia. La joven
le dijo el sueño que quería cumplir a la madre superiora. La madre
superiora llamada Raquel, se quedó sorprendida porque nunca en la
historia había existido una mujer Papa.
La mujer estuvo
investigando por qué nunca había existido una mujer Papa,
investigando, leyó que en las escrituras de la biblia que ponía
que ninguna mujer podía ser ni cura, ni Papa...
Antonella decidió ir al Vaticano andando como los pelegrinos. Se puso en marcha a las seis de
la mañana y llegó a las cuatro del medio día. Antonella decidió
entrar al Vaticano y estuvo hablando con el Papa Francisco I.
Francisco I le estuvo dando vueltas a la cabeza y le dijo que estaba
de acuerdo con ella.
Al día siguiente el Papa
en la misa le dijo de que cuando se muriese y fueran a hacer las
votaciones que votaran también a Antonella. Francisco I se murió
en el 2019. Empezaron a votar y en la primera fumata fue blanca. El
cardenal Antonio María Rouco Varela salió y dijo:
- ¡ Habemus Papam!
Todos estaban contentos y la sorpresa fue que no era un hombre Papa, era una mujer Papa y esa fue Antonella. Antonella se puso muy feliz porque cumplió su sueño.
- ¡ Habemus Papam!
Todos estaban contentos y la sorpresa fue que no era un hombre Papa, era una mujer Papa y esa fue Antonella. Antonella se puso muy feliz porque cumplió su sueño.
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