Érase una vez, un señor que una noche oyó una voz y acudió a ella para socorrer a la persona que lloraba. Era un viejo que no tenía casa, y el señor lo llevó a dormir a su casa. Al día siguiente lo llevó al hospital porque tenía bronquitis. Al día siguiente también oyó una voz. Tuvo que pasar algunas ciudades para salvar a una mujer que tenía a su hijo enfermo y no sabía como acudir al médico. A la noche siguiente tuvo que pasar a otro continente para salvar a una persona. Este señor nunca podía dormir y todas las noches se despertaba para salvar a alguien.
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